La aparición de trombosis cerebrales o pulmonares en el curso de una ascensión a gran altura es una entidad de rara presentación pero que reviste una gran gravedad.
Los factores predisponentes para que se produzca una trombosis en el montañista situado a gran altura son la:
Se produce invariablemente en todo montañista que permanece varias semanas en cotas muy elevadas.
Todo ello lleva a la situación de: un aumento limite de la viscosidad sanguínea y conduce a las condiciones ideales para producir el estancamiento sanguíneo y el coágulo.
Para evitar esta situación, deben tenerse siempre presentes dos medidas elementales:
Un buen aporte de líquidos -pese al dificultad que esta operación representa en el entorno de la alta montaña- y combatir la falta de actividad física y el estilo de vida sedentario mediante movimientos de flexión, extensión e isométricos, enfocados principalmente en las piernas.
Esta situación se da con mayor frecuencia cuando la cordada de ataque* se ve bloqueada a gran altura y con escasez de espacio y de medios en el interior de su tienda por una larga tormenta que les imposibilita cualquier intento de movimiento o descenso.
Es precisamente, en estas circunstancias cuando el montañista debe cuidar al máximo la ingesta de líquidos y practicar movimientos corporales frecuentes, aunque sea en el reducido espacio de su tienda de altura.
* La «cordada de ataque» es un término usado en alpinismo y escalada que se refiere a un grupo de escaladores que forman un equipo, atados por una cuerda, y que son los encargados de realizar la parte final y más difícil del ascenso a una cumbre. Este equipo es responsable de establecer la ruta y asegurarse de que sea segura para otros miembros del grupo que puedan seguir después. La cordada de ataque generalmente está compuesta por los escaladores más experimentados y hábiles del grupo, ya que enfrentan las condiciones más desafiantes y peligrosas en su intento de alcanzar la cima.
Bibliografia
http://www.sos-emergencias.es/document/malaltur/mal1.html